Queridos Amigos:
A raíz de nuestro almuerzo de hoy, quiero compartir con ustedes antes de
irme a Europa algunas preocupaciones que me invaden y que el tiempo del
almuerzo nos impide exponer.
Soy de aquellos que al igual que ustedes, me preocupa mucho el quehacer y el
futuro del país y veo con desesperanza, esa es la palabra, como poco a poco
cedimos y seguimos cediendo terreno en cosas importantes, que como
presuntamente no nos afectarían en lo personal, las hemos ido dejando pasar.
Lamentablemente, hemos pecado de ingenuos o indolentes, porque cuando
alguien trata y otro se deja, termina por implantarse el sistema del que
trata y las arbitrariedades se van consumando, por lo que más temprano que
tarde, sí nos terminan afectando.
La primera de éstas cosas en la que hemos cedido es justamente en el tema
de la justicia, lo que tiene consecuencias transversales en toda la
actividad. Como lo manifesté en el almuerzo y también hace ya mucho tiempo,
quienes debieran haber levantado la voz para condenar los fallos basados en
fantasías como la del secuestro permanente, es decir, los abogados y también
nuestros políticos, no lo hicieron y por lo tanto CEDIERON. Cuando la
amnistía se aplicó a los terroristas pero no a los militares tampoco lo
hicieron y por lo tanto otra vez, cedieron. Cuando la ministra Chevesich
acusa al subsecretario de obras públicas por fraude y el tribunal de alzada
prescribe el delito y en otros casos iguales no, como los impuestos del
General Pinochet, cedimos.
Cuando un Senador de la República usa facturas falsas para justificar gastos
de campaña que no hizo y sigue como Senador, cedimos.
Cuando un Senador de la República copia de la wikipedia una estupidez contra
la investigación en nanotecnología y no se le castiga moralmente por el
descaro que tiene, Cedimos!.
Cuando la embajadora de Venezuela recorre el país haciendo proselitismo
político y no se le para el carro, Cedimos!
Cuando los sobresueldos no declaran impuestos porque vienen de gastos
reservados y a la población por una coma faltante nos condenan, Cedimos!!
Hoy nos asaltan, roban, ofenden nuestra familias y el garantismo a ultranza
con que se imparte justicia termina permitiendo que los delincuentes tengan
más derechos que las víctimas y tampoco escucho o veo a los abogados o a la
Corte Suprema o a nuestros dirigentes levantar un dedo para exigir que esto
cambie, una vez más cedemos.
Mañana le tocará a las cuentas corrientes bancarias, que son investigadas
por simple presunción de lavado de dinero, como ya está ocurriendo. No hay
voz que se levante para parar este tema que vulnera nuestra libertad y
privacidad, sin que siquiera lo sepamos o medie acción de la justicia, como
lo ilustró Cristián Eyzaguirre cuando vino Patricio Navia. Entonces, siguen
avanzando porque continuamos cediendo.
En EFE se roban mil millones de dólares y el Sr Ajenjo es defendido por el
Ministro del Interior que vota con carnet de chofer, léase Carlos Figueroa,
y no va a pasar nada.
Chiledeportes fue y sigue siendo un feudo de corrupción y ya nadie se
acuerda ni va a pasar nada.
El Transantiago es un desastre descomunal pero la derecha es la que quiere
subirle el transporte al pueblo porque no querer aprobar los 290 MM de
dólares.
En la Educación quieren terminar con la libertad de enseñanza.
En Salud, el AUGE funciona muy mal.
En lo laboral, la ley de subcontratación se aprobó con el compromiso de la
Presidenta de vetarla por lo mala que era y una vez promulgada sigue siendo
mala. La Inspección del trabajo es un antro de discrecionalidad en contra de
quienes damos empleo. Y no pasa nada.
Impuestos Internos hace lo que quiere con las declaraciones y te devuelven
lo que se les ocurre. Y no pasa nada.
Ya me escucharon hablar de los recursos usados en "innovación". La
innovación está en cómo robar descaradamente con justificación legal. Esa es
la innovación. Y no pasa nada.
La intervención electoral es ilegal y repugnante. Y no pasa nada.
Y no pasa nada, porque todo esto conmueve las consciencias de muy poca
gente; no hay movilización ciudadana porque tampoco hay líderes que nos
muevan.
Estamos encerrados en una mediocridad espantosa, por lo que pienso que este
deterioro seguirá avanzando, porque los que tratan no tienen un contrapeso
entre quienes nos dejamos.
Nuestros dirigentes no tienen ni la fuerza, ni la visión, ni el carácter, ni
el liderazgo, ni la capacidad y creo que tampoco la voluntad, de mostrarle
al país que las cosas se pueden hacer mejor. Y mientras eso no ocurra, nada
para bien va a cambiar en Chile.
Triste lo que observo en mi país. El éxito económico ciega a la gente y no
permite ver lo que verdaderamente está sucediendo. Nadie quiere problemas.
Nadie quiere que lo saquen de su burbuja. Pero poco a poco, lentamente,
sigilosamente, en distintos espacios, el deterioro se va imponiendo. Al
final, habrá que abrir los ojos, y cuando eso ocurra, vamos a pagar muy
caro.
Nosotros que estamos en la madurez, talvez (ojala) no tendremos mayores
sobresaltos, pero nuestros hijos y nietos merecen un mejor país. Merecen un
país del cual no sea necesario irse porque las oportunidades están acá, como
les está pasando a los indios en la India. Las futuras generaciones merecen
un país en que las víctimas vean que se les hizo justicia y los delincuentes
paguen por sus delitos, sean estos Presidentes de la República como le pasó
a Richard Nixon o un lanza escapero del paseo Ahumada. Pero acá, ambos son
intocables. En fin, para que seguir.
Para terminar esta letanía, les quiero exponer lo que dijo el Reverendo
Martin Niemöller, un pastor alemán, prisionero en la II Guerra mundial,
puesto que representa lo que he intentado exponerles.
El dijo: "Primero vinieron por los comunistas y no hablé porque yo no era
comunista. Luego vinieron por los judíos y no hablé porque yo no era judío.
Luego ellos vinieron por los católicos y no hablé porque yo era Protestante.
Entonces finalmente vinieron por mí y en ese momento no quedaba nadie para
que hablara por mí.
Me dieron ganas de escribirles antes de irme a Europa, aunque sea
desordenadamente, porque conozco vuestra preocupación por estos temas y la
verdad es que siento un gran desasosiego, porque no atisbo que tengamos la
voluntad ni un líder que nos pueda sacar de donde estamos. Creo que al paso
que vamos, salvo que el Transantiago se hunda, tendremos un quinto gobierno
de la concertación, con lo que todo esto que les he planteado, creo, se
seguirá profundizando.
Ojala me equivoque, por el bien de Chile.
Un abrazo para los dos y nos vemos a la vuelta.
Jaime