 Enrique Manzur | Enade 2011: dos visiones sobre el descontento social
En un año convulsionado internamente por las demandas y movilizaciones sociales y externamente por la incertidumbre respecto al futuro de las principales economías mundiales, el lema de ENADE fue: Vox Populi… Vox Dei?... |
En un año convulsionado internamente por las demandas y movilizaciones sociales y externamente por la incertidumbre respecto al futuro de las principales economías mundiales, el lema de ENADE fue: Vox Populi… Vox Dei? Con ello, se buscaba clarificar la naturaleza y alcance de los movimientos sociales y su eventual efecto en el modelo de desarrollo de nuestro país. De las diferentes ponencias, se pueden identificar dos interpretaciones o respuestas frente a esta pregunta.
Por una parte, está quienes plantean que la efervescencia social no tiene que ver con la trampa de los ingresos medios (resultado de alcanzar un PIB per cápita de
US$ 15000) ni con la falta de un buen "relato" para vender el sistema, sino que más bien responde a una profunda y persistente percepción de injusticia, inequidad y abuso de una parte importante de la población. Alguno de los datos para avalar esta tesis son: estamos entre los 20 países más desiguales en distribución de ingreso en el mundo, y sólo el 6% de los chilenos considera que ésta es justa. Además, las personas sienten que los beneficios del crecimiento económico no se traspasan a la mayoría de la población y sus expectativas, respecto al futuro tampoco son muy favorables. Esta desigualdad también se refleja en importantes brechas en calidad y acceso a servicios claves para la población como son educación y salud. En un plano casi anecdótico, el caso "La Polar" representaría el perfecto ejemplo del grado de abuso e indefensión en que se encuentran los segmentos de menores ingresos. La pregunta entonces sería ¿Por qué el descontento se manifestó éste año con tanta fuerza? Y la respuesta, bajo esta tesis, sería el debilitamiento y pérdida de confianza en las instituciones que antes actuaban como agentes garantes y estabilizadores: la Iglesia Católica, los partidos políticos, entre otros. En este contexto, es posible prever demandas por cambios estructurales al sistema.
Por otro lado, la tesis alternativa sugiere que el modelo de libre mercado ha sido exitoso y que las cifras macroeconómicas así lo avalan, muestra de ello es el sostenido crecimiento económico que ha experimentado el país, con una inflación contenida en los rangos establecidos por el Banco Central y un bajo nivel de desempleo. De hecho, de acuerdo a la última encuesta CEP el 77% de los chilenos manifiesta estar muy satisfecho con su vida, 15 puntos más que lo declarado en el 2005. Bajo esta premisa el modelo no está en crisis y el descontento social se produce por la existencia de una brecha entre la generación de un alto nivel de expectativas y la realidad observada. En particular, las movilizaciones y el alto apoyo ciudadano a ellas se debe a problemas evidentes en el sistema educacional pero que no son generalizables. En este escenario los cambios deben apuntar al perfeccionamiento del sistema, asegurando el dinamismo de la economía.
Para el desarrollo de las políticas públicas resultaría clarificador profundizar respecto a si el descontento social se debe a problemas puntuales o representa un cuestionamiento estructural al sistema.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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