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| Transantiago en la mira de LyD: ANALISIS DEL 2004 ADVERTIA DEBILIDADES DEL SISTEMA
El Plan Transantiago fue presentado a las personas como la mayor modernización del Transporte Público que se recuerde. Desde el comienzo de esta reforma, Libertad y Desarrollo (LyD) ha observado el proceso del cual le merecen profundas dudas respecto a los beneficios que traerá a los usuarios. Cuando el año 2004 se comenzaba a gestar el modelo de transporte, LyD en su Tema Público nş 675 - del 20 de mayo de 2004- advertía de las debilidades del sistema, al haberse diseñado sin consultar a los usuarios ni a los operadores, sobre la base de estudios teóricos sin considerar los hábitos de viajes, prioridades y expectativas de los usuarios. En ese entonces, este centro de estudios dudaba de la disponibilidad de infraestructura para lograr una adecuada puesta en marcha del sistema, señalando que de insistir en su fecha de inicio provocaría un sistema más caro, frágil y que no cumpliría con las expectativas generadas. Para el 2005, LyD insistía en la necesidad de reparar calzadas, readecuar paraderos y construir estaciones de transferencia para lograr la reducción de los tiempos de viaje, lo que quedó de manifiesto en su Tema Público del 1 de abril de ese año. El documento, además señalaba que "la falta de gradualidad y la incompatibilidad de las exigencias técnicas de los buses y la capacidad real de infraestructura vial existente, pone en peligro el plan estrella del Ejecutivo" y proponía su aplazamiento, para evitar que el 2006 se vieran cambios cosméticos y el sistema se transformara en una locomoción colectiva más lenta e incómoda, lo que no demoró mucho en hacerse patente. En octubre del mismo año, ya se estaba anunciando el aumento de los tiempos de espera en los paraderos y que la mayor parte del tiempo los buses circularían a plena capacidad. Además, para solucionar en parte los mayores tiempos esperados de viaje, se proponía desarrollar un sistema de pago fuera del bus, además de la habilitación de paraderos y la construcción de infraestructura vial adecuada. Tras esta comedia de errores, en el Tema Público del 7 de abril de 2006, LyD observando este proceso insistía en que no se había avanzado en la construcción de infraestructura, denunciando la lamentable gestión de la autoridad, al haber acelerado el comienzo de un proyecto que no estaba bien diseñado. Cuatro meses más tarde se anunciaron las pérdidas financieras de los operadores y las compensaciones que tuvo que pagar el gobierno por el aplazamiento desde octubre de 2006 a febrero de 2007 y la cancelación del contrato de construcción de la estación de intercambio modal de Quinta Normal y el déficit financiero del sistema. LyD con el objetivo de observar la puesta en marcha del sistema y las expectativas de los usuarios antes y después, propuso evaluar la percepción de los usuarios respecto de la calidad del transporte público. Es así como se realizó una primera medición con el sistema antiguo en octubre de 2006, la que luego fue reaplicada cuando el nuevo plan llevaba 45 días de operación, de manera de evaluar los cambios observados en la calidad del servicio de locomoción colectiva con información certera del "antes y después" del Transantiago. El mayor cambio detectado fue que el gasto diario promedio en movilización aumentó en 8,4%, es decir, 89 pesos, pese a que la tarifa de transporte se ha mantenido - y mantendrá- plana en los $380 del sistema anterior. Asimismo, nuestro sondeo logró determinar que variables como comodidad del viaje, número de trasbordos y tiempos de espera son ampliamente mencionadas por los usuarios sondeados como las grandes deficiencias. Vea la información de la Encuesta Antes y Después del Transantiago Otras informaciones del Transantiago, visite nuestro canal especial Santiago, 13 de abril de 2007 |
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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